Bienbenidos a la Enciclopedia del tigueraje. .

Sepan mis hijos que a las mujeres les gustan los hombres seguros de sí mismos, que tengan claros sus objetivos , que sean alegres y que estén dispuestos a subir al cielo y bajarles una estrella. Pero si usted es de los hombres que cuando una mujer le pide una estrella, le busca un afiche del candidato, usted está preso.

A todos los hombres cuando nos toca pedirle amores a una mujer nos ponemos nerviosos y no sabemos qué decir. Pero ahora yo les doy unos pasos para botar el miedo y lograr la aceptación de la diabla que te tiene con el trompo carretón.

Sea espontáneo: no le diga que usted tiene algo que decirle, pariguayo: Las mujeres saben más que el lápiz y si usted tiene un tiempo llamándola por teléfono para hablar plumas de burro, es obvio que esa gran noticia que usted va a dar es para pedir amores. Antes de usted tomar esa iniciativa póngase positivo, vístase bien pero sin mucho guararé y no beba para botar el miedo. No ensaye lo que va a decir porque después no le sale ni una palabra.

No hable muchas pendejadas y vaya al grano: al momento del encuentro, si ella va sonriendo, vestida con falda, peinada con el pelo suelto, con maquillaje y una flor en la mano...hay vida para usted. En caso contrario, si va acompañada, o le dice que se dé rápido que tiene oficios en la casa, no se declare porque ese “No” baja lindo. Invéntese un tema para distraer la atención y siga dando muela.

Actúe inmediatamente: si la muchacha que lo tiene loco le da “el sí”, no se tape la cara, no le agarre las manos ni la mires como un Teletubi. Dale un beso en los labios suavemente y con los ojos cerrados (asegúrese que ella los cierre primero). No sea estático, menee esa boca . Las mujeres tienen un termómetro en la boca y si el beso es frío usted está jodón.

Abrácela y acaríciele el pelo: si se recuesta de su pecho, usted es un Bacano. Si después del beso quiere otro de una vez, fue que le faltó melao al primero.

Lo más importante: si le gusta una mujer no le entre como amigo, hágase ver como un enamorado, ahórrese expresiones tales como: dame amores, tú quieres ser mi novia, te amo más que a mi vida (embuste) y Desde que te vi me volviste loco. Ande siempre con ella tomados de la mano o abrazados, bríndele su barquilla y dele para su salón. Nunca le pida permiso para darle un beso, dedíquele toda su atención a ella y dele chocolatitos en la boca: si la jeva le besa la punta de lo dedos: me invitan a la boda.

Ya saben, si la diabla

se la está poniendo en China.